Los derechos reproductivos abarcan ciertos
derechos humanos que ya están reconocidos en leyes nacionales, documentos
internacionales sobre derechos humanos y en otros documentos aprobados por
consenso. Estos derechos se basan en el reconocimiento del derecho básico de
todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número de
hijos, el espaciamiento de los nacimientos y a disponer de la información y de
los medios para ello, así como el derecho a alcanzar el nivel más elevado de
salud sexual y reproductiva. También incluye el derecho a adoptar decisiones
relativas a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones o violencia,
de conformidad con lo establecido en los documentos de derechos humanos.
Estos
derechos incluyen (entre otros):
1. Ejercer
la sexualidad de manera independiente de la reproducción.
2. Estar
libre de discriminación, presión o violencia en nuestras vidas sexuales y en
las decisiones sexuales.
3. Contar
con acceso a educación sexual (y afectiva) desde temprana edad dirigida al
desarrollo de la persona y el ejercicio responsable de la sexualidad en forma
plena, libre e informada.
¿Cuáles
son?
1. Derecho
a la igualdad, a una protección legal igualitaria y a vivir libres de toda
forma de discriminación basada en el sexo, la sexualidad o el género.
2. Derecho
de todas las personas a la participación, sin importar su sexo, sexualidad o
género.
3. Derecho
a la vida, libertad, seguridad de la persona e integridad corporal.
4. Derecho
a la privacidad.
5. Derecho
a la autonomía personal y el reconocimiento ante la ley.
6. Derecho
a la libertad de pensamiento, opinión y expresión; derecho a la asociación.
7. Derecho
a la salud y a los beneficios del avance científico.
8. Derecho
a la educación e información.
9. Derecho
a elegir si casarse o no y a formar y planificar una familia, así como a
decidir si tener o no hijos y cómo y cuándo tenerlos.
10. Derecho
a la rendición de cuentas y reparación de daños.
Pienso que
deberíamos reflexionar mucho más sobre nuestros derechos sexuales y
reproductivos, derechos humanos reconocidos en tratados internacionales,
nacionales y locales que deberíamos tener todas las personas, hombres y
mujeres y que por desgracia son profundamente bloqueados en diferentes países;
desarrollados, en vías de desarrollo y subdesarrollados. Algo básico que es
ninguneado, que deteriora la salud física y mental de la persona y que debemos
seguir alzando la voz para que toda
mujer y hombre conozcan e interioricen cuáles son sus derechos sexuales y
reproductivos y se puedan prevenir situaciones de abuso, violencia y
discriminación que deterioran la autoestima, seguridad, capacidad de la persona
y que frecuentemente generan diferentes trastornos psicopatológicos como
trastorno por estrés postraumático, fobias, trastornos de ansiedad, depresión,
etc.
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